|
INTRODUCCIÓN Las páginas en que se basa este trabajo
fueron rescatadas de un basurero. Se trata del diario de alguien,
encontrado por casualidad mientras revisaba un cesto de basura.
Normalmente, eso no entra dentro de mis ocupaciones. Pero
verán, aquel cesto estaba lleno de libros. Alguien
había decidido hacer limpieza en su biblioteca, supongo.
Personalmente no pude resistir la tentación de registrar un
poco, porque a juzgar por las portadas, los libros estaban en buen
estado. En pocos minutos había reunido casi toda la
colección de escritos de Marx, incluyendo una copia del
Capital bastante bien conservada y que en una "polilla" probablemente
me hubiera costado 10 dólares. Obviamente, el autor de aquel
desastre no había tenido paciencia para leer estos libros, o
no se hubiese deshecho de ellos tan a la ligera. O quizás,
simplemente quería darle un cambio de look a su librero,
vaya UD. a saber. Debajo de aquel montón de textos,
encontré también una libreta con forro de cuero
que llamó poderosamente mi atención. La
abrí, con intención de quedármela si
estaba vacía. No encontré objeción a
esto, porque de todas formas ya estaba registrando en la basura.
Durante un rato la hojeé. Noté que estaba llena
de fotos y notas, algunas con fechas, otras no. Me intrigó
lo suficiente como para cargar con ella, aún al precio de
dejar atrás los Manuscritos Económicos. Una
vez que llegué a casa (después de clasificar los
textos y acomodarlos en mi librero) le dediqué toda mi
atención a aquel diario. Leí de cabo a rabo cada
una de sus amarillentas hojas. No era fácil entender la
letra, pero lo que realmente complicaba la lectura eran las flechas,
notas, tachones y marcas que a cada rato encontraba. No obstante, al
concluir la última página comprendí
que no era, hablando estrictamente, un diario. Más bien se
asemejaba a una suerte de novela, pero basada sin dudas en experiencias
del todo reales. Sobre todo las fotos que acompañaban a las
notas, y que habían sido obviamente tomadas in situ,
reforzaban esta impresión. Mucho medité sobre qué
debía hacer con esa libreta de cuero, cuyo contenido me
había causado la más profunda emoción.
La opción inmediata, o sea, usar algunas de las historias
para mi propio provecho, no me satisfacía en lo
más mínimo. Me hubiera gustado conocer a este
escritor y proponerle la publicación de sus textos en mi
sitio Web. Pero esto era improbable que ocurriera. Así que
decidí publicar sin su permiso estas notas, pero
dándole todo el crédito.
Ahora le presento a UD. estás historias. Y espero que pueda
sacar de ellas la misma emoción que sentí yo
cuando las leí por primera vez, aún cubiertas por
el polvo y la suciedad del basurero. ÍNDICE DE HISTORIAS
|
||||||||||
|